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L a aromaterapia (del
griego aroma, 'aroma' y therapeia,
'atención', 'curación') es una rama
particular de la herbolaria, que utiliza
aceites vegetales concentrados llamados
aceites esenciales para mejorar la salud
física, mental o ambas. A diferencia de las
plantas utilizadas en herbolaria, los
aceites esenciales no se ingieren sino que
se inhalan o aplican en la piel. Se trata de
una terapéutica muy usada en el pasado y
presente. A veces, hay casos en los que se
utiliza barro.
Técnicas:
El principal método de aplicación de los
aceites esenciales es a través de una
dilución en agua caliente, para que así el
vapor del agua mezclado con las esencias se
absorban por medio del aparato respiratorio.
Otra de las maneras de aplicación es a
través de la piel, utilizando una mezcla de
aceites esenciales con aceites vehiculares
de acuerdo a la necesidad, ya que la piel se
convierte en un vehículo y a la vez un
protector para introducir los compuestos y
propiedades que las plantas poseen sin tener
que correr riesgos de efectos secundarios
nocivos. Estos aceites penetran a través de
los pequeños vasos capilares y son
transportados a todo el organismo mediante
el torrente sanguíneo. El tiempo promedio
son 90 minutos y en algunos casos toma tan
sólo 30 minutos. Se aplican directamente al
área a tratar. También pueden combinarse
entre sí y producir sinergias que hagan un
efecto más potente. Es importante señalar
que los aceites esenciales no pueden
aplicarse directamente sobre la piel ya que
son altamente concentrados por lo que será
necesario diluirlos en otros aceites o en
agua. También pueden combinarse entre si y
producir sinergias que hagan un efecto más
potente y benéfico y es allí precisamente
donde entra la ciencia, creatividad y el
arte de la aromaterapia al producir
diferentes mezclas. Sus principales usos van
desde el hogar, estéticas, spas, terapias
físicas, rendimiento deportivo,
padecimientos de la niñez o vejez, atención
a pacientes especiales, cuidado de mascotas,
entre otros. Efectos Algunos de los
supuestos efectos psicológicos de los
aceites esenciales:
Relajantes: amaro, ciprés, clavel, enebro,
gálbano, ylang-ylang, cedro, mandarina,
manzanilla, mejorana, mirra, nerolí, rosa,
sándalo y vetiver.
Equilibradores: albahaca, bergamota,
geranio, incienso y lavanda.
Estimulantes: angélica, canela, cardamomo,
clavo, elemí, eucalipto, hinojo, jengibre,
lima, menta, naranja, palmarosa, petit grain,
pimienta negra, pino, pomelo y romero.
Antidepresivo: salbahaca, amaro, bergamota,
clavel, geranio, ylang-ylang, incienso,
jazmín, lavanda, lima, limón, mandarina,
manzanilla, naranja, nerolí, pachuli,
palmarosa, petit grain, pomelo, rosa y
sándalo.
Afrodisíacos: amaro, angélica, canela,
cardamomo, cilantro, clavel, clavo, gálbano, ylang-ylang, jazmín, jengibre, madera de
cedro, nerolí, pachuli, romero, rosa,
sándalo y vetiver.
Anafrodisíacos: alcanfor, mejorana.
Estimulantes de la mente: albahaca,
cardamomo, cilantro, eucalipto, menta, pino
y romero.
La
magia de los aromas se encuentra implicada
en el misterio de los sentidos, ese aspecto
de la naturaleza humana, que se extiende más
allá de lo conocido y que ha sido
considerado mágico.
Sabemos que los aromas tienen el poder de
conformar el pensamiento y por lo tanto, en
cierta medida, de modificar nuestra conducta;
por ello, deben ser reconocidos como una de
las formas más sutiles de hacer magia.
En este escenario mágico y aromático, somos
nosotros el impulso principal, no los aromas;
los cuales son necesariamente imprescindibles,
pero cuyas distintas cualidades mágicas solo
funcionan debido a los poderes creativos de
nuestro pensamiento.
De los cinco sentidos, se acepta generalmente,
que el olfato, es el mas sutil y misterioso;
tan es así que se considera su influencia mas
psicológica que fisiológica.
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