Consiste
en el reconocimiento de puntos de energía
alterados en nuestro organismo y que en su
conjunto están dando origen a una enfermedad
o malestar de curso agudo o crónico. Este
reconocimiento se efectúa mediante la
utilización de imanes pasivos ( no
electrificados ni conectados a máquinas
electrónicas), que se aplican en diversas
zonas del cuerpo como efectuando un rastreo
o escáner biomagnético. Una vez reconocidos
y confirmadas las zonas que están alteradas
en su potencial energético ( y que
corresponden con órganos y tejidos que están
sufriendo la distorsión), el terapeuta
aplica un conjunto de imanes en esos puntos
por un tiempo que fluctúa entre 10 y 15
minutos por cada uno y generalmente se
aplican en forma simultánea.
Como funciona:
Para
responder a esta pregunta debemos recordar
que todos los seres vivos nos mantenemos en
estado de salud cuando existe un equilibrio
energético en nuestros sistemas, órganos y
tejidos; compuestos finalmente por una
delicada y compleja estructura de células
que están en constante intercambio de
información entre ellas. A su vez las
células requieren de un medio ambiente apto
para mantenerse en buen funcionamiento y en
esto tiene vital importancia el equilibrio
iónico en ellas y su entorno. Esto es: de
cargas positivas y negativas, dando
finalmente un equilibrio entre las cargas
ácidas y básicas o equilibrio de pH. El
cuerpo humano se mantiene en salud siempre
que su pH o acidez interna se mantenga en un
rango de neutralidad cercano al valor 7.
Ahora bien, cuando hay una noxa actuando,
llámese virus, bacteria, tóxico, hongo,
trauma, etc., debido a la "mortificación"
del tejido afectado, se produce una
alteración de su acidez o pH y las células
involucradas se ven alteradas en su función,
perjudicándose su buen funcionamiento, al
tiempo que se va favoreciendo la mantención
o la alimentación del " problema" (
bacteria, virus, hongo, parásito, etc). Es
decir, la enfermedad o alteración de una
parte del cuerpo necesita que se mantenga la
distorsión o desequilibrio entre cargas
positivas o negativas para poder sobrevivir
como problema. Si se corrige la
alteración
iónica, desaparece el problema. ya que se
vuelve al punto de equilibrio.
De esto
último se encarga el biomagnetismo que
gracias al efecto de su fuerza o energía de
polaridad, la carga o polaridad magnética
negativa es capaz de impactar a una carga
similar patológica y al hacerla encontrarse
con su similar inversa ( la positiva),
anularlas hasta hacerlas de valor cero.
Que cura el biomagnetismo:
En teoría puede ejercer un efecto de
corrección sobre todas las distorsiones
energéticas que se alberguen en un organismo
enfermo, cualquiera sea su origen. No
obstante la curación absoluta sólo será
posible cuando dicha distorsión energética
no haya causado un daño estructural (
celular) irreversible y cuando la capacidad
de reparación no haya sido abolida por
efecto del agente causal o la droga aplicada
previamente para intentar el control de la
enfermedad.