En
astronomía, el zodiaco o
zodíaco, del griego "zoodiakos
[kyklos]", que significa
"rueda de los animales",
es formalmente una banda
de la esfera celeste de
18 grados de ancho
centrada en la
eclíptica, la cual no es
fija, sino que se
desplaza ligeramente con
el tiempo sobre el fondo
del cielo. Esta banda se
divide en 12 partes
iguales llamadas "signos
zodiacales", tomando
como referencia el punto
aries, el punto de
intersección entre la
eclíptica y el ecuador
celeste. De este modo,
cada uno de los 12
signos comprende
exactamente un arco de
30 grados de longitud
eclíptica y 9 grados de
latitud eclíptica, el
valor utilizado por
Newcomb en la
construcción del
catálogo zodiacal. Los
signos zodiacales son
áreas de la esfera
celeste que se definen
de forma distinta a como
se definen las
constelaciones del mismo
nombre, de modo que un
signo zodiacal dado y la
constelación de su mismo
nombre cubren áreas
distintas de la esfera
celeste.
En astrología, el
zodiaco está basado en
la división en doce
partes iguales de la
banda celeste sobre la
cual trazan sus
trayectorias el Sol, la
Luna, y los planetas,
avanzando un sector por
cada mes del año. Cada
sector contiene la
constelación tradicional
a la que debe su nombre.
Los babilonios y griegos
dividieron esta banda en
doce partes iguales,
siendo cada una de ellas
un sector del cielo de
una extensión de treinta
grados de arco,
bautizadas con el nombre
de las doce
constelaciones más
destacadas que veían en
cada una de las
subdivisiones. El
zodiaco posee una
importancia fundamental
en la astrología
occidental. Otras
culturas con tradición
astrológica como la
china otorgan también
una importancia especial
a esta región del cielo,
aunque definen un
zodiaco diferente.
Los Doce Signos del Zodiaco
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